Esta tierra es uno de los raros lugares del cosmos donde la mente ha florecido. El hombre es un producto de casi tres mil millones de años de evolución, en cuya persona el proceso evolutivo por fin ha tomado conciencia de sí mismo y de sus posibilidades. Le guste o no, él es el responsable de toda la evolución ulterior de nuestro planeta
La verdadera, la auténtica teoría científica, no sólo debe abarcar todo el material existente, sino que debe abrir amplias posibilidades para el estudio ulterior y – permítasenos expresarnos así – para la experimentación ilimitada.