Pero si me es posible expresar, al cabo de tanto tiempo, lo que pensaba entonces, diré que estaba diez veces más asustado por haber abandonado mis resoluciones y haber retomado mis antiguas convicciones, que por el peligro de muerte ante el que me encontraba.
La mejor evaluación de un jugador de baloncesto que puedo conseguir es mirándolo a los ojos y ver lo asustado que está