Soy hermosa. Mi belleza se aparta por completo de lo usual. Estoy hecha para el deleite. Pero ¿Qué saco yo de ello? ¿Dónde está mi recompensa? Tal era el cambio al cabo de diez años; ésa era, verdaderamente, su recompensa: esa tristeza inquietante y mágica que hablaba directamente al corazón y enmudecía; la culminación de su belleza.
La filosofía me pone de los nervios. Si analizamos el fundamento último de todo, entonces todo cae finalmente en la nada. Pero he decidido retomar mis clases de nuevo y mirar a la Hidra de la duda directamente a los ojos, y ello es bastante inquietante si se evalúan los valores de uno mismo
Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.
Existe un aumento preocupante de la censura online en los gobiernos
Para quien se siente solidario con el destino de este mundo, el choque de las civilizaciones le resulta angustioso
Cuán triste, largo y cansado, cuán angustioso camino, señala el Ente divino al infeliz desterrado.
Pero hasta tanto que llegue ese momento amenazador nuestro héroe no desea nada, porque está por encima del deseo, porque está saciado, porque es artista de su propia vida y se forja cada hora según su propia voluntad.
Al hombre justo y tenaz en sus propósitos no le moverán de su firme voluntad ni la exaltación de los malos deseos de la multitud, ni el fiero rostro de un tirano amenazador
No es nada evidente que lo sobrenatural haga el mundo más cómodo. Por el contrario, un mundo religioso es con frecuencia más aterrador que un mundo sin religión
Así pues, la poesía, considerada como un vehículo del pensamiento, es especialmente impresionante debido, en parte a que obedece todas las leyes de intervención eficaz, y en parte porque al hacerlo se imita a la naturaleza mediante expresiones de emoción.
A mí, lo más impresionante de todo lo que me ha ocurrido, lo más hondo, me pasó a oscuras dentro de la prohibida caverna de Altamira. Es el que he sentido como el lugar más enigmático. Ahí, a solas, comprendí lo que es el misterio auténtico, el más allá, la herencia ancestral que todos llevamos dentro.
Una ciencia privada de conciencia humanística es algo tan estremecedor como una conciencia que habla del mundo de espaldas a la ciencia.
Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
La gente que crea cosas en nuestros días puede esperar ser perseguida por gente muy moralista que es incapaz de crear nada. No hay manera de medir el escalofriante efecto sobre la innovación que resulta de las amenazas impositivas, regulatorias y de persecución contra cualquier cosa que tiene éxito. Nunca sabremos cuantas cosas ha abortado nuestro gobierno en nombre de nuestra protección.