Una gran simpatía por los demás proviene de un alto grado de adhesión a sí mismo.
El violín es el símbolo principal, el arco es algo personal pero el violín es el alma de la humanidad. Además, el pequeño pedazo de madera que sostiene la tapa es el alma...Y el ajuste del alma es una cosa muy delicada porque el menor movimiento que no permite la adhesión completa impide que la sonoridad se exprese por completo.
Supongo que nos dan más morbo las cosas malas, las imágenes de violencia. Nos hacen sentir seguros en nuestras casas y cómodos en nuestras vidas, o nos hunden en la miseria y nos reafirman en nuestra creencia de que el mundo es una mierda.
Cuidado de la democracia. Como norma política parece cosa buena. Pero de la democracia del pensamiento y del gesto, la democracia del corazón y la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad.
La condición de la vida es devorar lo que vive, y quien se sustraiga a ello, por ese sentimiento al que llaman ternura, sucumbe siempre.
Y lo que terminará por deteriorar aún más el sentimiento de la virtud es que no solamente no es un primer movimiento, natural, sino que es, por definición, un movimiento vil e interesado que parece decir: te doy para que me des.
La alegría es una emoción intensa y profunda, un sentimiento exaltante de plenitud experimentado por toda la conciencia; se puede comparar con la embriaguez, con el arrebato, con el éxtasis.
No conviene hablar del pudor como de una virtud. Se parece más bien a una emoción que a una disposición adquirida. Se define, pues, como un miedo de dar de sí una mala opinión.