Yo he indicado al congreso la necesidad de defender la República, haciendo la guerra en el Perú, y ahora no debo insistir en alegar otras razones que las que expone el Libertador
Puede parecer contraproducente argüir que la felicidad y los negocios tienen algo que ver entre sí, pues para la mayoría de las personas, el trabajo en el mejor de los casos, es un mal necesario, y en el peor, una carga. Sin embargo, ambas cosas están inextricablemente unidas.
Creo que uno de los progresos más notorios es que ya no se siente la necesidad compulsiva de argumentar o justificar las cosas. Estamos mucho más dispuestos a admitir que ciertas cosas son instintivas y otras son intelectual.
Quizás la última moda cultural contra la cual uno puede argumentar sea Karl Marx. ¿Pero Freud o Rawls?. argumentar con tales personas es concederles la premisa que ellos tratan de refutar con todo su esfuerzo: Que la Razón tiene algo que ver con sus teorías.
Que tantas cosas no inventará el ser humano para justificar lo que su corazón desea.
A los gobiernos neoliberales - terroristas le es más fácil tildar de terroristas a todos sus pobres para justificar su genocidio.