Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo.
Las leyes naturales del universo son tan precisas que no se nos hace difícil construir una nave espacial para volar a la Luna, y podemos medir el tiempo del vuelo con la precisión de una fracción de segundo. Estas leyes tienen que haber sido establecidas por alguien