En mayor o menor medida todos perseguimos la amistad con Dios, pero únicamente las almas generosas -y, por supuesto, en muy diversos grados- penetran en la intimidad de Dios. ¡Qué diferencia a este respecto, entre un cristiano corriente, que vive en estado de gracia pero con tibieza, y el santo que pone en sus obras un gran amor!
Juntos, con vuestra ayuda y la gracia de Dios, continuaremos nuestro viaje y recordaremos al mundo por qué vivimos en la mejor nación de la tierra
Aún más, en la cosa creada es una perfección que ella exista y que sea causada por Dios, ya que la mayor de todas las imperfecciones es el no existir.
No tengo fe en la perfección humana. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más inteligente, de lo que lo fuera hace 6000 años.
Llega un momento en la vida en que la belleza del mundo ya basta por sí sola. Una no necesita fotografiarla, ni pintarla, ni siquiera recordarla. Ya basta por sí sola. No es preciso registrarla y no necesita a nadie para compartirla o hablarle de ella. Cuando eso sucede, cuando se produce ese abandono, una abandona porque puede hacerlo.
Los ideales que iluminan mi camino y una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la verdad.
Para mí es una gracia aparecer como escritora, porque todo lo que yo he hecho lo sustento un poco en el periodismo.
La economía debe existir para el hombre, y el hombre no debe ser esclavo de la economía. Nada más opuesto al espíritu del cristianismo que esta ideología optimista, que admite que el más fuerte y el vencedor, desde el punto de vista económico, es forzosamente el mejor; que la riqueza es una recompensa concedida al hombre en gracia a sus virtudes.
La condición para ser perfecto es ser ocioso, el objetivo de la perfección es la juventud.
La mano del hombre ha alcanzado ese grado de perfección que la ha hecho capaz de dar vida, como por arte de magia, a los cuadros de Rafael, a las estatuas de Thorwaldsen y a la música de Paganini