El plan del mundo se basa en la crueldad, es una aventura muy simple, que a mí en particular no me atrae demasiado ni tampoco me interesa, no, estimado señor, porque no me interesa esa clase de armonística en la cual imperan los grandes principios sin prestar atención alguna al individuo
A lo largo de los períodos históricos, la mayor parte de los hombres había estimado correcto, al avanzar en edad, hacer alusión a los problemas del sexo como si no se tratara más que de chiquillerías sin importancia y considerar que los temas de verdad, los temas dignos de la atención de un hombre maduro, eran la política, los negocios, la guerra, etcétera.
En la política es a veces como en la gramática: un error en el que todos incurren finalmente es reconocido como regla.
Jesús, como me gusta llamarle: el Carpintero de Nazaret, algún día será reconocido como el hombre que nos enseño a comunicarnos con Dios, en línea directa, sin intermediarios, por medio del sentimiento puro.
—¿Eso hicimos? Qué considerado por nuestra parte. Llámelo ahora mismo y cuéntele lo que está pasando, ¿quiere?
París es la única ciudad del mundo donde morirse de hambre es todavía considerado un arte
No ha de ser estimado dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una hermosa vida.
El plan del mundo se basa en la crueldad, es una aventura muy simple, que a mí en particular no me atrae demasiado ni tampoco me interesa, no, estimado señor, porque no me interesa esa clase de armonística en la cual imperan los grandes principios sin prestar atención alguna al individuo
El Balón de Oro se lo hubiera dado a Raúl.Es un delantero completo. No sólo hace goles importantes sino que uno se queda admirado con algunos de ellos. Además, también sabe jugar en el centro del campo siendo ahí también desequilibrante.
Una vez que todos se han sentado, se abre el primero de los corrales. Tan pronto como el toro ve la luz, sale venteando el ambiente y observando cuanto le rodea, como admirado de ver a quienes están aguardándole. Levanta la cola y escarba la tierra con sus patas delanteras como si tratara de desafiar a su aún invisible antagonista.