Sinónimos de tunda

Otros sinónimos de tunda

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  • La única ternura inalterable es la que siente el perro hacia su amo. Todavía el hijo suele irritarse contra el padre; todavía el padre suele maldecir a su hijo. Sólo el perro sufre una paliza de su amo, y llora de amor por él.

    Ignacio Manuel Altamirano

    Nada es tan saludable como una paliza en el momento oportuno. De pocas partidas ganadas tengo aprendido tanto como de la mayoría de mis derrotas.

    José Raúl Capablanca
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  • Cuando un hombre pega a su amante inflinge una herida; cuando pega a su esposa es un suicidio.

    Honoré de Balzac

    Va a ser un asesinato sin más, a sangre fría. En mi tierra, se deja que los perros dormidos se queden echados, pero si se levantan y muerden, se les pega un tiro. No se les ofrece un duelo. ¿De acuerdo?

    Ian Fleming
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  • Orando sobre la roca del milagro en España llegará un día la Virgen, llegará escoltada por Gabriel; ella dará a las campesinitas la mano y les enseñará las huellas a seguir. Cristo bajará de aquella mano

    Benjamín Solari Parravicini

    No hay nada hecho por la mano del hombre que tarde o temprano el tiempo no destruya.

    Cicerón
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  • Esclavizarse por razón de política vale tanto como someterse por causa de religión: esclavos de una casaca o de una levita da lo mismo que siervo de una sotana o de un hábito.

    Manuel González Prada
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  • Tantas veces que juntaste fuego para mí, para mis huesos. Pero yo era leña verde.

    Luis Alfredo Arango

    Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos.

    Rabindranath Tagore
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  • Sin la artesanía, la inspiración es una mera caña sacudida por el viento.

    Johannes Brahms
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  • Mi gente es morena de piel. Viste de manta blanca y calza huaraches... Se adornan con collares de oro o se ata al cuello un pañuelito de seda rosa. Se mueve despacio, habla poco y contempla el cielo. En las tardes, al caer el sol, canta.

    Elena Garro

    Porque aquí, en la tumba, era donde vivía de verdad, es decir, pasaba sentado más de veinte horas diarias sobre la manta de caballerías en una oscuridad total, un silencio total y una inmovilidad total, en el extremo del pétreo pasillo, con la espalda apoyada contra la piedra y los hombros embutidos entre las rocas, por completo autosuficiente.

    Patrick Süskind