Como todos ustedes saben, no hay ningún escritor que escriba todo lo que piensa, es muy difícil trasladar el pensamiento a la escritura, creo que nadie lo hace, nadie lo ha hecho, sino que, simplemente, hay muchísimas cosas que al ser desarrolladas se pierden.
La soledad del poder consiste en saber que éste es siempre el último teléfono que suena. Y que yo tengo que decidir. No puedo trasladar la decisión a una instancia superior.
Si uno reflexiona se atasca. Entonces uno llegará a la conclusión de que no tiene sentido, pues la infancia ha quedado atrás, y lo que ha terminado fue como fue, ya es demasiado tarde para cambiar nada. En su lugar hay que dejar que las palabras se asienten en tu interior: Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz.
Fue gravedad lo que nos hizo bajar y destino lo que nos separó. Tú domaste al león de mi jaula pero sólo eso no fue bastante para cambiar mi corazón.
Los aficionados al ajedrez, los aficionados y los lectores sólo son felices cuando un gran maestro se arriesga, más bien que cuando se limita a mover los trebejos.
No hay palanca más poderosa que una creencia para mover las multitudes humanas; no en vano se dice que la religión liga y aprieta a los hombres
Mejor es esconderse y cuidar de sí, que con descuido propio hacer milagros
Tal vez en la llaneza y en la humildad suelen a esconderse los regocijos más aventajados.
Yo preparo una canción que haga despertar a los hombres y adormecerse a las criaturas.
La justicia puede adormecerse un poco, pero al final ve claro.