Si entre nosotros fue la revolución de Octubre una lucha contra un aparato estatal que aún no había tenido tiempo de formarse desde Febrero, en otros países la insurreción tendrá contra ella un aparato estatal en trance de dislocación progresiva.
La desviación del hombre respecto del estado en que se hallaba originalmente en la naturaleza parece haberle proporcionado una fuente prolífica de enfermedades
Sin desviación de la norma, el progreso no es posible.
El devenir como en completación de algún pasado donde el repliegue de la escena se repliega en distorsión de la palabra aún no dicha nunca dicha.
La distorsión de todas las relaciones de precios, la coexistencia de mercados oficiales y negros y el antagonismo entre quienes operan en el mercado y el Estado, que lucha desesperadamente por conservar su autoridad, conducen al final a una situación caótica, en la que falta prácticamente toda clase de orden, ya sea el propio de la economía social de mercado, ya sea el de tipo colectivista.