El día afortunado es como un día de cosecha; en cuanto el trigo está en sazón, hay que apresurarse a recogerlo.
Hombre no afortunado aquel que de nadie es envidiado.
Siempre quise hijos, y me siento bendecido por tener esa clase de amor alrededor mío, y voy a hacer lo imposible para que ellos amen el mundo y no sean personas malcriadas. Quiero que vean el mundo con asombro, y sin miedo, que tengan metas y vivan la vida plenamente, yo estaré siempre a su lado. El propósito de mi vida son mis hijos.
Amor, siento mucho amor y me siento bendecido y honrado por tener la oportunidad de ser un instrumento de la naturaleza que fue elegido para darles aquello que les doy. Me siento muy honrado y muy feliz