Si la historia es el espejo donde las generaciones por venir han de contemplar la imagen de las generaciones que fueron, la novela tiene que serla fotografía que estereotipe los vicios y las virtudes de un pueblo, con la consiguiente moraleja correctiva para aquellos y el homenaje de admiración para estas.
La mejor admiración es hija del conocimiento.Nada hace más honor a una mujer que su paciencia, y nada la honra menos que la paciencia del marido.
No hubiese un español que no creyese ser señor de América, y los americanos los miraban entonces con poco menos estupor que los indios en los principios de sus horrorosas carnicerías, tituladas conquistas.
Yo observo la historia de los tesoros que ustedes encontraron. ¡Veo la continuación! Mi sabiduría es tan despreciada como el caos. ¿Qué es mi nada, frente al estupor que les espera a ustedes?
La fascinación va un paso más allá del interés. El interesado quiere saber si algo funciona o no. El fascinado quiere aprender cómo es que funciona. Aprenda a convertir la frustración en fascinación. Aprenderá más fascinándose con la vida que frustrándose con ella.
Aquella Eva que un día se descubrió a sí misma con horror completamente desnuda a la sombra del árbol de la ciencia ha tenido que darse una vuelta por toda la historia para poder volver al paraíso llena de fascinación con liguero de encaje.
Nunca me comprendía porque me gustaban demasiadas cosas y me confundo y desconcierto corriendo detrás de una estrella fugaz tras otra hasta que me hundo
Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba por primera vez en su tosca desnudez original, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción de terremoto
Un día... Sobre el llanto acumulado de los seres y la eterna conmoción de los mares, se alzará la savia límpida y clara de la vida y volverá a gemir alegremente la armonía y la esperanza. Del Universo se levantará el himno más intenso y alto para cantar la grandeza del hombre
El procura excitar mi odio por todos los medios. Su modo de obrar me produce a veces una estupefacción que me hace olvidar el terror que siento. Y eso que un tigre o una serpiente no me atemorizarian mas que él.
De qué susto están hechos mis latidos en los momentos en que se escucha un gallo misterioso y el cielo es un azul de lactancia que conmueve.
Un día de estos te doy un susto y te pido, seria y formalmente, que te cases conmigo. Ay, mi vida, un día el susto te lo doy yo a ti, y si me preguntas, te respondo que sí.
Contigo, mano a mano busquemos otros prados y otros ríos, otros valles floridos y sombríos, donde descanse, y siempre pueda verte ante los ojos míos, sin miedo y sobresalto de perderte.
Amar es sufrir amablemente; es gozar de una ansiedad perenne, de un sobresalto siempre renovado
En ella todos los sentidos eran en realidad uno solo, de modo que el gusto, el olfato, el oído, la vista y el tacto se unían en una sola emoción, con frecuencia demasiado intensa para poderla soportar sin una extraordinaria turbación del espíritu.
La envidia es una pena que causa turbación y que se refiere a la prosperidad, mas no a la del que es indigno de ella, sino a la de un igual o semejante.
El pueblo estaba en silencio, vacío, y en la distancia se oía el rumor de la guerra: el golpe de los tunkules, de las icoteas y los gritos de los indios en armas. El nombre de Canek era voz y eco en la sombra.
El escultor no hace más que llamar, con el cincel y a golpe de martillo, a los guerreros que duermen en las espesuras del mármol.
Sin la artesanía, la inspiración es una mera caña sacudida por el viento.
No es fácil, para alguien que nunca se haya visto en semejante situación, describir o concebir la consternación de los hombres en esas circunstancias. No teníamos idea de dónde nos hallábamos, ni de la tierra a la que habíamos sido arrastrados. No sabíamos si estábamos en una isla o en un continente, ni si estaba habitada o desierta.
La ironía es el humor de la inteligencia.
El futuro se presentaba ante él como una sentencia, pero no de cárcel sino de palabras interminables, plagada de subordinadas innecesarias, como solía decir con ácida ironía en los bares y los pubs del campus que frecuentaba. No es que el futuro que le esperaba le entusiasmara precisamente.
Qué maravilla ver a nuestros morochos, ellos les dicen negros, nosotros les decimos morochos, ingresar a las universidades públicas
Trabajar con los niños quiere decir tener que hacer las cuentas con poca certeza y muchas incertidumbres. Lo que nos salva es buscar y no perder el lenguaje de la maravilla que perdura, en cambio, en los ojos y en la mente de los niños.