Escuchar es más importante que hablar. Si esto no fuera cierto, Dios no nos hubiera dado dos oídos y una boca. Demasiadas personas piensan con su boca en vez de escuchar para absorber nuevas ideas y posibilidades. Discuten, en lugar de preguntar.
La mayoría de nosotros no estamos preparados para absorber la verdad de lo que realmente está pasando.
Hay que dejar que las espintas de las dificultades ciñan nuestra cabeza y que la lanzada de la contradicción traspase nuestro corazón. Beber la hiel y tragar el vinagre... puesto que Dios así lo quiere
El símbolo sería ese ciudadano medio cargado de paquetes que está dispuesto a tragar con cualquier bajeza política o moral con tal de seguir consumiendo hasta el final de sus días.
Dame tú ahora la cabra y el vaso para ordeñarla y libar a las Musas. Adiós mil veces, musas, adiós. En honor vuestro cantaré yo otro día también con más dulzura.
La educación y la difusión del conocimiento deben asumir una forma que permita a cada estudiante absorber todo lo que desarrolle su propio genio, para que no se frustre. La misma perspectiva se aplica al genio de los pueblos en su conjunto.
Echar de menos es un poco como el hambre. Sólo se pasa cuando se come la presencia. Pero, a veces, el echar de menos es tan profundo que la presencia es poco: se quiere absorber a la otra persona entera. Esa gana de ser el otro para una unificación entera es uno de los sentimientos más urgentes que se tiene en vida.
Insisto porque normalmente las opiniones que legítimamente tienen los medios de comunicación sobre los hechos que están obligados a analizar y que a mi me toca protagonizar, quisiera consultarles a ustedes si en la explicación que yo acabo de dar, hay algún matiz que consideran criticable, anti-reglamentario, inconveniente, desvinculado con el trato que tradicionalmente el club les ha dado a sus jugadores, porque yo no quiero absorber responsabilidades como por ejemplo darle a un jugador del Athletic un trato que nunca se le ha dado: discriminación, apartado, separado, etc. Simplemente, estoy obligado a decidir quién tiene posibilidades genuinas de participar en un proyecto deportivo, y no hay jugador de futbol que no agradezca eso.
La mayoría de nosotros no estamos preparados para absorber la verdad de lo que realmente está pasando.
Al gobernador le vamos a tener que hacer una traqueotomía para sacarle la media de Kirchner. No se puede chupar la media de esa forma.