Si no puedes trabajar con amor sino sólo con desgana, mejor será que abandones el trabajo y te sientes a la puerta del templo a recibir limosna de los que trabajan con alegría.
El templo en el que Dios quiere dominar según su voluntad es el alma del hombre... Esa es la razón por la que Dios quiere tener el templo vacío, para que ahí dentro no haya nada que no sea él.
En la ciudad el vino deja de ser vino y el pan deja de ser pan. Y para que el pobre consiga comer realmente pan y beber realmente vino, es necesario que primero sacrifique en la capilla siniestra de la fábrica un poco de alegría, de inteligencia, de sudor, de músculo, de salud...
Cuando Dios construye una iglesia, el diablo construye una capilla
Ningún poder humano puede jamás violentar el sagrario impenetrable de la libertad del corazón.
Huye de la ignorancia, huye igualmente de la ilusión. Aparta tu faz de las decepciones mundanales; desconfía de tus sentidos, porque son falsos. Pero en lo interior de tu cuerpo, en el sagrario de tus sensaciones, busca en lo impersonal al hombre eterno, y una vez lo hayas encontrado, mira hacia dentro: eres Buda.