Feliz mil veces quien la ve y la siente; al nacerle el alma al punto empieza todo humilde pensar, toda dulzura, y no sabe, admirarla sonriente, si en ella se excedió naturaleza, o el milagro gentil tanta hermosura
Los hombres aman los razonamientos abstractos y las sistematizaciones bien elaboradas, al punto de que no les molesta deformar la verdad; cierran los ojos y los oídos a todas las pruebas que los contradicen con tal de sustentar sus construcciones lógicas.
No se puede juzgar apresuradamente a nadie. Muchos se han arruinado por juzgar apresuradamente.
Velo desgastado libre cielo y brevemente nocturno en el ojo con párpado embriagado miente el vaso roto para siempre en tu mano libertad.
La fe puede ser brevemente definida como la creencia ilógica en la ocurrencia de lo improbable
La fe es el término medio entre la ligereza con que alguno precipitadamente cree y la pertinacia en no creer sino en lo que antes se demuestra por la razón.
Si existe la otra vida, las almas de los muertos vivirán allí eternamente, y tal como estaban en el instante de morir, es decir, con todos sus recuerdos.
La vida no es un sueño, tú ya sabes que tenemos tendencia a olvidarlo. Pero un poco de sueño, no más, un si es no es por esta vez, callándonos el resto de la historia, y un instante -mientras que tú y yo nos deseamos feliz y larga vida en común-, estoy seguro que no puede hacer daño.
¿Quién habrá inventado la silla? Alguien con amor a sí mismo. Inventó, entonces, una mayor comodidad para su cuerpo. Después los siglos se sucedieron y nadie más prestó realmente atención a una silla, pues usarla es casi automático.
Tenía que llegar en poco más de una noche desde Londres hasta Milán. Conseguí un vuelo que me dejó en París, había tormenta sobre toda Europa y los aviones no podían despegar. Allí, Maurice Trintignant me prestó un viejo Renault y llegué a Monza después de conducir toda la noche con lluvia. Durante la carrera, el cansancio fue más fuerte que yo
Negamos que Dios pudiera dejar de hacer lo que hace, y los demostraremos, además, al tratar de la predestinación, donde enseguida probaremos que todas las cosas dependen necesariamente de sus causas.
Hubo una sospecha aquí, entonces, mi mujer enseguida cogió y nos fuimos para Nueva York. Allí me enteré de noticas muy feas, que no era para alarmar tanto. Alarmaban a mis niños, a mi familia y todo esto me afectaba.
En la vida no hay clases para principiantes; en seguida exigen de uno lo más difícil.
El hambre le tortura en forma tal que comprende que si no la apacigua en seguida enloquecerá. Se muerde un brazo hasta que siente, sobre la lengua, la tibieza de la sangre. Se devoraría a sí mismo, si pudiera. Se troncharía ese brazo.