Lo que hay en el mundo todavía, y por mucho tiempo, es surrealismo. El surrealismo, (...) es una especie de erosión del concepto.
La carne contra la carne produce un perfume, pero el roce de las palabras no engendra sino sufrimiento y división.
Los grandes pueblos, Inglaterra, los Estados Unidos, Francia, son grandes por estas luchas activas, por este roce de opiniones, por este disentimiento perpetuo, que es la ley de la democracia.