La estructura animal, considerada como máquina – aunque cumpla funciones diversas – es más perfecta que la máquina de vapor mejor concebida. Quiere decirse que puede rendir un trabajo mayor con el mismo gasto de energía.
¿Acaso no distinguís entre la devoción y la hipocresía? ¿Queréis tratarlas a ambas con igual idioma y rendir el mismo honor a la máscara que al rostro, igualar el artificio a la sinceridad, confundir las apariencias con las verdades, estimar al fantasma como, a la persona y a la moneda falsa como a la buena?
La vida y la personalidad egoístas, burocráticas, apocadas, del profesor decorativo y afortunado, influyen inevitablemente en la ambición, el horizonte y el programa del estudiante de tipo medio. Profesores estériles tienen que producir discípulos estériles.
Los hombres de genio abundan mucho más de lo que se supone. En realidad, para apreciar plenamente la obra de lo que llamamos genio hace falta poseer todo el genio que necesitó para producir la obra.
El silencio puede ser, entonces, tanto el corolario excelso de la lucidez como la bruma irremediable en la que se diluye la aptitud y a veces la necesidad de articular una idea o una emoción con la que dejar atrás el mundo de lo previsible y codificado.
Puedes gastar minutos, horas, días, semanas y hasta meses sobre-analizando una situación; tratando de juntar las pistas, justificando qué pudo haber sucedido. O puedes dejar las pistas en el suelo y seguir adelante.