Aprovechen la pausa para revisar su agenda de amigos, encontrarán que han malgastado su preciado tiempo y paciencia en conocer a un montón de ineptos, no se corten, cojan un boli y táchenlos.
La belleza de la vida humana consiste en que, al revisar nuestras resoluciones el día de fin de año, descubrimos que hemos cumplido una tercera parte, hemos dejado sin cumplir otro tanto, y no podemos recordar a qué se refería la otra tercera parte.