Me paso comiendo golosinas. Me encantan los ositos de goma y los aros de durazno. Los aros de durazno son como duraznos secos y cubiertos de azúcar glaseada. Los puedes conseguir en cualquier estacion de nafta (gasolina). Salen como 99 centavos cuatro bolsas. Y cashews, me encantan esos.
El amor es como una goma elástica que dos seres mantienen tirantes, sujetándola con los dientes; un día, uno de los que tiraban se cansa, suelta, y la goma le da al otro en las narices.
Mi patriotismo no se funda en motivos humanos, ni se dirige a materiales fines: mi patriotismo se fundó y cada día se funde más en mi amor a dios, y el fin que en él persigo es el de conducir a dios a mis hermanos de raza: a mi gran familia del pueblo vasco.
Ciudad es ante todo plaza, ágora, discusión, elocuencia. De hecho, no necesita tener casas, la ciudad; las fachadas bastan. Las ciudades clásicas están basadas en un instinto opuesto al doméstico. La gente construye la casa para vivir en ella y la gente funda la ciudad para salir de la casa y encontrarse con otros que también han salido de la suya
Ante mis ojos. Vestido de gala, lo metieron en una bolsa de plástico y la ataron. Y, ya en esta bolsa, lo colocaron en el ataúd. También el ataúd, envuelto en otra bolsa. Un celofán transparente, pero grueso, como un mantel. Y ya todo esto lo introdujeron en un féretro de zinc. Apenas lograron meterlo dentro. Sólo quedó el gorro encima.
Fue la juventud la que con su gorro azul te llevaba en bicicleta por el monte Urgull