Y en esta hora fría, en que la tierra trasciende a polvo humano y es tan triste, quisiera yo tocar las puertas, y suplicar a no sé quién, perdón, y hacerle pedacitos el pan fresco aquí en el horno de mi corazón...
Aprovechaba el momento de emoción y descuido del alma cándida, conquistaba con inteligencia y pasión, sabía esperar una caricia involuntaria, suplicar o exigir una confesión, captar el primer latido del corazón, perseguir el amor, lograr de repente una entrevista secreta y después dar a solas lecciones en silencio.
Sé valiente-dijo-. En la vida, en el amor y en el sexo. La gente olvida que debe pedir caricias y besos Una caricia, un beso, solicitar el calor de una mano en el ombligo no deben ir acompañados con el sentimiento de que eso provocará o derivará en sexo
Tres son los medios de atraerse la ruina: las mujeres, el juego y solicitar ayuda de los expertos
...de golpe se me acerca gente a hablarme como al personaje. Hay gente que me dice: Andy, ¿te puedo pedir una cosita?
Es fácil pedir más éxitos, una mejor posición profesionalmente, pero para mí, eso no se puede pedir. No soplas una vela y llegan los campeonatos. Hay que trabajar y volver a la senda de las victorias. Ganar o no es difícil, pero tarde o temprano voy a volver a ganar
Los canadienses deberían rogar porque los Estados Unidos no se viren dormidos una noche y los aplasten. Deben sentirse dichosos de que les permitamos existir en el mismo continente.
Actualmente oigo clamar por doquier: ¡No razones! El oficial ordena: ¡No razones, adiéstrate! El asesor fiscal: ¡No razones y limítate a pagar tus impuestos! El consejero espiritual: ¡No razones, ten fe!
Yo soy la víctima de una persecución que me han hecho Menem y Yabrán. Lo único que me pueden reclamar es que nunca encubrí los actos de delincuencia, corrupción y del crimen organizado
La gran virtud de los seres humanos racionales y nobles es la aptitud para vivir juntos como iguales, sin reclamar para sí nada más de lo que libremente se otorga a otro.
Y en esta hora fría, en que la tierra trasciende a polvo humano y es tan triste, quisiera yo tocar las puertas, y suplicar a no sé quién, perdón, y hacerle pedacitos el pan fresco aquí en el horno de mi corazón...
Aprovechaba el momento de emoción y descuido del alma cándida, conquistaba con inteligencia y pasión, sabía esperar una caricia involuntaria, suplicar o exigir una confesión, captar el primer latido del corazón, perseguir el amor, lograr de repente una entrevista secreta y después dar a solas lecciones en silencio.
Sé valiente-dijo-. En la vida, en el amor y en el sexo. La gente olvida que debe pedir caricias y besos Una caricia, un beso, solicitar el calor de una mano en el ombligo no deben ir acompañados con el sentimiento de que eso provocará o derivará en sexo
Si deseáis perfeccionaros, la mejor manera de hacer es solicitar la opinión de los otros y buscar sus críticas. La mayor parte de las personas intentan perfeccionarse fiándose en su sola facultad de apreciación. El único resultado que consiguen es que no hacen progresos significativos...Los hombres que buscan las críticas de los demás son ya superiores a ellos.
Los canadienses deberían rogar porque los Estados Unidos no se viren dormidos una noche y los aplasten. Deben sentirse dichosos de que les permitamos existir en el mismo continente.
Actualmente oigo clamar por doquier: ¡No razones! El oficial ordena: ¡No razones, adiéstrate! El asesor fiscal: ¡No razones y limítate a pagar tus impuestos! El consejero espiritual: ¡No razones, ten fe!
Doy gracias por haber sobrevivido. Por haber conocido la desgracia. Por haber dejado de ser el que fui. No quiero olvidar el común destino de los hombres ni reclamar para mí una suerte especial. Quiero encontrar el camino de la justicia y librarme de lo superfluo y no conservar sino lo que merezca ser conservado. Quiero utilizar mi cólera y tener esa fuerza que sólo da el silencio.
Asumir el mestizaje tiene tanta importancia como reclamar el derecho a la diferencia y reducir la capacidad de acumulación a cambio de estimular el desarrollo de los cada día más condenados de la tierra