Ojalá pudiésemos meter el espíritu de Navidad en jarro y abrir un jarro cada mes del año
La religión y la moral ponen un freno a las energías de la naturaleza, pero no las destruyen. El borracho encerrado a medio jarro de sidra por cada comida, ya no se emborrachará, pero no por ello dejará de gustarle el vino.