Nos quejamos porque creen ver en nosotros defectos que no existen y olvidamos que no ven una infinidad de defectos que realmente tenemos.
Cuando me pongo a pensar en todo este panorama, me doy cuenta de que he sido un ser muy afortunado y con infinidad de bendiciones de Dios, empezando por unos padres magníficos y ahora con una familia de la que me siento inmensamente orgulloso.
El objetivo del yoga es llegar a la realidad socavando las bases de la consciencia normal cuando estamos en vigilia, de tal manera que el sol interior eterno del esplendor espiritual pueda brillar sobre el mar tranquilo que es la mente cuando ha cesado todo pensamiento y derramar una radiación de luz, vida e inmortalidad que intensificará la mejor parte del hombre.
La clave para la inmortalidad es principalmente vivir una vida que valga la pena recordar.
Algo se marchitó en él: quizás la fe en la perennidad de la infancia.
Yo admiraba a Sartre por una gran parte de su obra, pero tenía mis dudas acerca de la perennidad de sus escritos filosóficos en los que invención, creación e imaginación cedían el puesto al discurso más convencional de la cultura universitaria.
Los puntos son sólidos e infinitos. Son una forma de vida. Sol, luna, estrellas son cientos de millones de puntos. Cada ser humano es también un punto. Los puntos no pueden existir por sí mismos, solo pueden existir cuando se reúnen unos con otros. Admiro completamente su infinitud y estoy profundamente conmovida por la grandiosa presencia del universo, que está lleno de un poder misterioso.
Para Kant el tiempo y el espacio son formas infinitas. En el infinito no podemos concebir entes, o sea, los que son-siendo; por tanto en Kant está implícita la infinitud del fenómeno
Ese Algo que llamamos Dios dio voluntad de perduración a las cosas, amor a los seres y una planificación portentosamente inteligente a los cuerpos y a la vida
Nada justifica la violencia, pero si se trata de liberarnos para siempre de los enemigos de la humanidad que representa Estados Unidos y sus aliados, está justificado, eso es justicia.
Nada tengo, te entregué para siempre el derecho a disponer de mi propia voluntad.
Es bastante vergonzoso haber estado ocupado durante toda la vida por el problema del ser humano y haber descubierto que uno no tiene mucho más que ofrecer, a modo de consejo, que el consabido: Intenta ser un poco más amable.
No presumo de ser poderoso, pero en la adversidad es cuando mayor fuerza reconozco dentro mío. Aparte, llevo toda mi vida observando a aquellos que gestionan la adversidad, que es de quienes verdaderamente se aprende. Extrañamente, todos sobre-observamos a los victoriosos, y quienes merecen ser observados son aquellos que tramitan la adversidad, así que estoy en un escenario que me es habitual, y el que he recorrido con mi cuerpo, y en cuerpo ajeno, infinidad de veces.
Lo falso es susceptible de una infinidad de combinaciones; pero la verdad no tiene más que una manera de ser
Algo se marchitó en él: quizás la fe en la perennidad de la infancia.
Yo admiraba a Sartre por una gran parte de su obra, pero tenía mis dudas acerca de la perennidad de sus escritos filosóficos en los que invención, creación e imaginación cedían el puesto al discurso más convencional de la cultura universitaria.
La noche es la mejor representación de la infinitud del universo. Nos hace creer que nada tiene principio y nada, fin.
Hay una infinitud de ideales disímiles como las hojas. El ideal es lo íntimo del ser, lo que lo distingue de los otros seres. Ese átomo diferencial, único para cada individuo, es en el plano sentimental y estético la personalidad de arte y la inmortalidad individual, pues no existen, ni han existido dos seres de sentimentalidad idéntica desde el principio del mundo.
Ese Algo que llamamos Dios dio voluntad de perduración a las cosas, amor a los seres y una planificación portentosamente inteligente a los cuerpos y a la vida
La historia demuestra que las ansias de libertad y dignidad humanas no pueden negarse para siempre
Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.
Es bastante vergonzoso haber estado ocupado durante toda la vida por el problema del ser humano y haber descubierto que uno no tiene mucho más que ofrecer, a modo de consejo, que el consabido: Intenta ser un poco más amable.