Cuatro imaginarios que se cruzan, se afrontan, se deforman. Ante el objetivo soy a la vez: aquel que creo ser, aquel que quisiera que crean, aquel que el fotógrafo cree que soy y aquel de quien se sirve para exhibir su arte.
Me parece ridículo decir el Estado español en vez de España, no hay razón para hacer innombrable el nombre de nuestra Historia, luchar para sentir el orgullo de vivir en una nación que es de las más viejas del planeta, que es justa y que quiere que el día de mañana nuestros hijos puedan no tener que exhibir el RH más que para que le hagan una transfusión.
En Inglaterra si quieres lucir rudo, sales y te emborrachas y llegas luciendo mal, pero si haces eso en América, es como ¿Tienes un problema con el alcohol?
No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si me hacés quedar mejor que los demás, alguien va a sufrir; y si me hacés lucir peor que los demás, seré yo quien sufra
El mero conocimiento no es sabiduría. La sabiduría sola tampoco basta. Son necesarios el conocimiento, la sabiduría y la bondad para enseñar a otros hombres.
El Estado más violento será, pues aquel en que se niega a cada uno la libertad de decir y enseñar lo que piensa, y será, en cambio, moderado aquel en que se concede a todos esa misma libertad.
Si alguien iguala el diseño gráfico con la publicidad, no hace otra cosa que evidenciar su falta de conocimiento.
Toda obra, todo texto, cumple una doble función: permite expresarnos y evidenciar luego la necesidad de volver a hacerlo.
Siempre he aspirado a una forma mucho más amplia que, libre de las aspiraciones de la poesía y la prosa, nos dejase entendernos sin exponer a lector y autor a sublimes agonías.
Ciertas obras y objetos no se pueden exponer mejor que haciendo como que no escribes para nadie, incluso ni siquiera para ti, sino para el objeto enteramente.
Si no puedes hacer gala de un ánimo de príncipe, muestra al menos el de un comerciante,...
El burgués, no conforme con poseer grandes tesoros de los que a nadie participa, en su insaciable avaricia, roba el producto de su trabajo al obrero y al peón, despoja al indio de su pequeña propiedad y no satisfecho aún, lo insulta y golpea haciendo alarde del apoyo que le prestan los tribunales, porque el juez, única esperanza del débil, hállase también al servicio de la canalla
Hable a toda mujer como si estuviera enamorado de ella y a todo hombre como si le estuviera fastidiando a usted. Y pronto tendrá fama de poseer el más exquisito tacto social.
Prefiero tocar sutilmente que alardear con la batería.
Trabajo diariamente como si me fuera a quedar toda la vida, y no ignoro que puedo dejar de pertenecer mañana. Tampoco quiero alardear de fortaleza, pero es muy difícil que deje de luchar. Es mucho más probable que decidan por mí, que yo decida. Frente a la adversidad, siempre sigo luchando. Y sé hacerlo del único modo que se lucha en la adversidad: en soledad. Porque como la derrota produce sensaciones desagradables, es natural que todo el mundo tienda a distanciarse del que protagoniza la derrota. En este caso, me toca liderar a mí un proyecto que está desilusionando, y es natural que eso se viva en soledad, sin compañía. Y lo digo exactamente así: me parece natural, me parece lo normal, me parece que es lo que sucede siempre.
Estoy muy contenta de haberlo leído. Me encantó la historia de la monja que comía tan delicadamente con los dedos, que jamás se manchaba de grasa. Nunca he podido presumir de eso, así que empleo un tenedor.
Es de presumir que las mujeres tienen en más su cuerpo que su alma, puesto que la mayoría entregan su corazón sin resistencia y se resisten a entregar su cuerpo.
Todo imbécil execrable, que no tiene en el mundo nada de que pueda enorgullecerse, se refugia en este último recurso, de vanagloriarse de la nación a que pertenece por casualidad.
Dios es modesto, no se atreve a vanagloriarse de haber creado el mundo*
La mejor enseñanza sólo puede hacerse cuando hay una relación individual directa entre un estudiante y un buen profesor: una situación en la que el estudiante discute las ideas, piensa sobre las cosas y habla sobre las cosas. Es imposible aprender mucho asistiendo simplemente a una lección, o incluso haciendo simplemente los problemas que se proponen.
La naturaleza de los sonidos es ser invisible, sin contornos precisos, con potencia para interpelar lo invisible o para hacerse mensajeros de los indelimitable.
La sociedad necesita que las mujeres ocupen más lugares en los sistemas de decisión y en los sectores empresariales. Siempre tenemos que rendir doble examen: primero, demostrar que porque somos mujeres no somos idiotas, y segundo, el que tiene que rendir cualquiera
Los programas de pruebas pueden ser una forma eficaz de encontrar errores, pero es completamente inadecuada para demostrar su ausencia.