Tienes todo lo que hace falta para bailar: agilidad, sentido del ritmo, facilidad para coordinar movimientos, etcétera. Y no se trata de que llegues a ser Fred Astaire o Gene Kelly; el objetivo es solamente que bailes de una manera que pudiéramos llamar aceptable. Digamos, lo suficiente como para que te puedas parar en un escenario y que la gente diga: ¡Pues mira: no lo hace tan mal!
La música es el arte de coordinar los sonidos de acuerdo con el egoísmo creador del artista y su completa indiferencia a toda ley extraña a su propia sensibilidad.
Hacer un poema es planear un crimen perfecto. Es urdir una mentira sin mácula hecha verdad a fuerza de pureza.
Los tecnócratas económicos podrán estructurar una reforma fiscal aquí, una nueva ley de seguridad social por allá o un régimen modificado de cambio de divisas en alguna otra parte, pero en realidad nunca podrán permitirse el lujo de una tabla rasa sobre la que construir, en su máximo esplendor; el marco completo de sus políticas económicas favoritas.