Los derechos individuales no están sujetos al voto público; una mayoría no tiene derecho a votar la derogación de los derechos de una minoría.
La conciencia del futuro no puede constituirse en la negación del pasado.
El suicidio, lejos de negar la voluntad, la afirma enérgicamente. Pues la negación no consiste en aborrecer el dolor, sino los goces de la vida. El suicida ama la vida; lo único que pasa es que no acepta las condiciones en que se le ofrece.
... como una invalidez del lenguaje: no es querer decir amor y que la lengua no llegue; es tener lengua y no llegar al amor
En el mundo hay sólo dos maneras de triunfar: por la propia capacidad o por la ineptitud ajena.
De la imposibilidad de razonar fue de donde nacieron las artes, el apólogo, etcétera. Es asimismo de la ineptitud de razonar o del hastío de razonar sin descanso de donde nacen, en las almas vivas, la poesía, la elocuencia, las metáforas, etcétera. He aquí, sin la menor duda, una gran cualidad.
El tipo de división del trabajo, como lo llamó William James, que consiste en amar a la propia familia pero ser diferente al extraño, es un signo de una incapacidad básica de amar.
Es necesario liberarse de la fundamental incapacidad humana que constituye el egoísmo materialista.
La incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente, quien, aunque otra cosa crea él, no siempre está asistido por serios aparatos de consejeros.
La incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente
Mañana es el mote del diablo, el favorito refugio de la inepcia y la pereza, la sima que se traga los proyectos esbozados y las resoluciones demoradas
Es sólo la insuficiencia del código penal la que salva a los hackers de una acción judicial muy seria
En general las ideas no son una prueba de fortaleza, sino de la insuficiencia de la inteligencia humana.
En lo que toca específicamente al amor, eso significa: el amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor
¿Sabe, Fontanes, lo que más admiro? Es la impotencia de la fuerza para conservar algo. No hay sino dos poderes en el mundo: el sable y el espíritu. A la larga, el sable siempre es vencido por el espíritu
Hay preguntas que se contestan negativamente a sí mismas por el mero hecho de formularlas. Y hay ruegos cuya completa inutilidad se manifiesta cuando uno los expresa y mira a los ojos a otra persona.
Y sonrío y me callo porque, en último extremo, uno tiene conciencia de la inutilidad de todas las palabras.
Salí a la plaza. Podrían decir que nacía por segunda vez. La más pequeña bagatela vivía, y sin prestarme ninguna atención crecía en su importancia de despedida.