Cualquiera puede contar algún tipo de historia; la narración es uno de los poderes elementales de la raza. Pero el talento para la descripción es raro.
La información tiene interés tan sólo en el breve instante en el que es nueva. Sólo está viva durante ese instante, y a él se entrega por completo sin tener ningún tiempo que perder. Pero la narración jamás se entrega, sino que, al contrario, concentra sus fuerzas, y, aún mucho después, sigue siendo capaz de desplegarse.
Por consiguiente siempre que las personas se engañan y se forman opiniones alejadas de la verdad, es evidente que el error ha penetrado en sus mentes porque esa mentira tiene cierto parecido con la verdad.
La igualdad no existe, ni puede existir. Es mentira que todos podamos ser iguales; hay que darle a cada quien el lugar que le corresponde
La historia es una patraña
En aquellos días aprendí dónde hay que interrumpir la discusión para que no se transforme en embuste y dónde ha de empezar la resistencia para salvaguardar la libertad.
Es un embuste aquello de que Bolivia se hizo contra la realidad geográfica e histórica. Sólo por el capricho y la ambición de los doctores altoperuanos.
El segundo plano tiene que sumarse a la composición y ayudar a comprender al personaje. Hacer sólo el retrato de alguien famoso no significa nada.
La composición total es una tentativa de crear un nuevo paisaje urbano mezclando pedazos fuertemente geométricos y simbólicamente cargados. El resultado es una constelación de formas geométricas bien definidas que compongan una nube con forma indeterminada.