El fenómeno, admitido por todos, es éste: Que gran parte de lo que generalmente se recibe como verdad cristiana se halla, en sus rudimentos o en sus partes separadas, en filosofías y religiones paganas.
Echábamos hasta cien y más partidas en una tarde, y ello me ayudó a aprender al dedillo los rudimentos de la técnica del juego. La estrategia que empleábamos era aún muy primitiva: ambos contendientes nos arrojábamos inmediatamente con los peones adelante, al asalto de las posiciones enemigas, previo enroque de los reyes en diferentes lados.
No hay que juzgar siempre de la generalidad de la opinión por el ruido de la aclamación.
Todo lo que es difícil de alcanzar es atacado fácilmente por la generalidad de los hombres.