No se concibe nuestra victoria personal sin obtener por medio de ella al propio tiempo una victoria colectiva; nuestra ansia de dicha no puede satisfacerse sino con la dicha de todos, porque la sociedad anarquista, muy lejos de ser una corporación de privilegiados, es una comunidad de iguales, y será para todos una dicha inmensa, de la cual no podemos actualmente formarnos una idea.
Billetera mata galán. (frase, creada por Winograd, que se ha constituido en su más importante cita y actualmente se la utiliza frecuentemente en medios como la televión y la radio).
Quisiera que mi vida sea un torrente fértil que recorra la tierra con alegría. Soy rico, estoy lleno de ideas, y sólo necesito trabajar. [...] Un burgués me dijo, hoy -con la intención de insultarme- que mi cerebro estaba siendo desperdiciado. Me hizo mucho bien. Todos deberíamos recibir un recordatorio como ese cada día.
Hay momentos en la vida que quisiera detener, hoy es uno de ellos
Estuve recientemente en un tour de Latinoamérica, y lo único que lamenté es no haber estudiado latín en la escuela con más dedicación, para poder conversar con esa gente.
Pero Adrián no se fijaba en los seres humanos. Ávido, llenaba sus pulmones con el aire puro que surgía de la arena recientemente regada y se confundía, como en un bálsamo, con el olor de las flores.
Así se explica por qué la revolución no puede estallar inmediatamente en los países de Europa occidental, donde, aunque actualmente las fuerzas subjetivas de la revolución son quizá algo más poderosas que China, las clases dominantes reaccionarias tienen un poderío muchas veces superior al que poseen las clases dominantes reaccionarias de nuestro país.
Billetera mata galán. (frase, creada por Winograd, que se ha constituido en su más importante cita y actualmente se la utiliza frecuentemente en medios como la televión y la radio).
El cine más interesante de hoy día viene del tercer mundo, porque esa gente tiene algo por lo que luchar. Nosotros no hacemos más que describir permanentemente el asco que sentimos de nosotros mismos
La edad promedio de un hombre en la Edad de Bronce era dieciocho años; en la era romana, veintidós. El paraíso debe haber sido hermoso entonces. hoy debe ser terrible. Cuando un hombre llega a los cuarenta no tiene posibilidad de morir bellamente. Sin importar cuánto se esfuerce, morirá por deterioro. Debe obligarse a vivir.
Canadá se ha convertido recientemente en un problema.
Vientos de revancha son los que parecen traer algunos de los Ayuntamientos recientemente constituidos. Las calles dedicadas a Franco y a José Antonio lo estarán a partir de ahora a la Constitución. En Valencia la Plaza del Caudillo pasará a llamarse del País Valenciá. Y no hemos hecho más que empezar. Se dedican a borrar la historia.