No todos aceptan que un Dios haya hecho al hombre; lo que nadie niega es que el hombre haya hecho un millar de dioses.
Todo castillo debe tener una torre allí donde se encuentran dos muros, es necesario para defenderlo. Los valyrios dieron forma de dragones a esas torres para que la fortaleza pareciera aún más temible, y también por eso coronaron los muros con un millar de gárgolas, y no con simples almenas.