La docencia secundaria y universitaria, tanto por su función como por su estructura, tiende a crear una burocracia conservadora.
Pero todo el poder de la enseñanza espiritual viene a través de esta forma que soy por la simple razón de que yo sé que yo no soy nadie especial. Mucha gente identifica el poder del espíritu que viene a través de la forma con la forma, y es muy importante no aceptar esas proyecciones. Yo soy muy consciente de esas proyecciones y no las acepto, pienso que son ilusiones.
Si se respeta la naturaleza del ser humano, la enseñanza de los contenidos no puede darse alejada de la formación moral del educando. Educar es, sustantivamente, formar.
Cada libro es una pedagogía destinada a formar su lector. Las producciones en masa que inundan la prensa y el mundo editorial no forman a los lectores, sino que presuponen de manera fantasmática un lector ya programado.
Sólo en la medida en que descubran que alojan al opresor podrán contribuir a la construcción de su pedagogía liberadora. Mientras vivan la dualidad en la cual ser es parecer y parecer es parecerse con el opresor, es imposible hacerlo.
La docencia secundaria y universitaria, tanto por su función como por su estructura, tiende a crear una burocracia conservadora.