Entonces uno podía flotar y deslizarse a alta velocidad, totalmente comprometido pero también totalmente separado, y alrededor de uno, la danza de los negocios, la información interactuando, los datos hechos carne en el laberinto del mercado negro...
La carne contra la carne produce un perfume, pero el roce de las palabras no engendra sino sufrimiento y división.