Volveré temprano. Te traeré la aurora y, para tu espalda, polvo de mariposa. Si nadan estrellas hoy bajo tu ropa, allí estaré yo. Y si te despiertas antes de que salga el sol y algo se enreda en tu pecho, ese seré yo.
Tú querías contemplar la vida por ti misma... Y no se te ha permitido... Se te ha castigado por haberlo querido. Te redujeron a simple polvo en el molino de lo convencional.