Hideyoshi, modesto, sutil y complejo; Ieyasu, sereno, paciente y calculador. Sus filosofías divergentes han sido recordadas durante largo tiempo por los japoneses en unos versos que conocen todos los escolares: ¿Qué hacer si el pájaro no canta? Nobunaga responde: ¡Mátalo! Hideyoshi responde: Haz que quiera cantar. Ieyasu responde: Espera.
El líder que no es leal a su confianza, a sus asociados y a aquellos que están por encima y por debajo de él, no puede mantener por largo tiempo su liderazgo
La expansión de la totalidad del cosmos no era sino la reducción de todas sus unidades físicas y de la longitud de onda de su luz.
Una cuarta parte de la longitud de la curva de la bahía los separaba de las paredes del hotel en ruinas. Aquí la corriente era más fuerte, cada ola que rompía, una detonación.