¿Han amado alguna vez (fuera de la cama) ardiendo, consumidos, sedientos de desierto, después de un zumo de melocotón que viene de una boca lejana, sucumbiendo, ahogándose en la incompatibilidad de las almas?
Un extracto de fuego y de veneno, eso es el flamenco
Tenías que fallarme así, no es fácil hacerme sufrir pero vos tenías las llaves de la ventana que da al infierno aquél y yo estaba entre la espada y la pared. No puedes explicármelo, no hay forma de explicárselo, es posible que me traigas un perfume del pasado pero nunca más el néctar de la flor.
En néctar de orquídeas la mariposa perfuma sus alas.
Colocaron una tapa hermética sobre la realidad y dejaron que abajo fermentara un caldo atroz, juntando tanta presión que cuando estallara no habría máquinas de guerra ni soldado suficientes para controlarlo.
La Teoría de Sistemas reúne sincréticamente los elementos más diversos: en un sentido, caldo excelente de cultivo, en otro, confusión. Pero ese caldo de cultivo ha suscitado contribuciones a menudo muy fecundas en su diversidad misma.
Les preguntamos qué entienden por la palabra alma, ¡Ah!, entonces balbucean, se contradicen: es una sustancia desconocida, una fuerza secreta que se distingue de su cuerpo, es un espíritu, del cual no tienen idea alguna.
Que no existe eso que los filósofos llaman sustancia material estoy firmemente persuadido; pero si se me hiciera ver que había algo absurdo o escéptico en eso, renunciaría a ello por la misma razón por la que yo creo que en la actualidad tengo que rechazar la opinión contraria.
No soy primariamente una defensora del capitalismo, sino del egoísmo; y no soy primariamente una defensora del egoísmo, sino de la razón. Si uno reconoce la primacía de la razón y la aplica consistentemente, todo lo demás viene por descontado. Esto, la supremacía de la razón, era, es y será el principal interés de mi trabajo, y la esencia del objetivismo
El hombre no muere, sino que su esencia sufre una transformación tan grande que nuestros ojos de barro ya no lo pueden ver. Lloramos por los difuntos, pero ninguno murió. Los encontraremos a todos
Fue realmente encantador (José Mourinho), llamándome jefe y gran hombre cuando nos tomamos una bebida de después del partido. Pero habría ayudado si sus palabras hubieran estado acompañadas de un buen vaso de vino. Lo que me dio fue disolvente de pintura
Si un hombre se deja tentar por un asesinato, poco después piensa que el robo no tiene importancia, y del robo pasa a la bebida y a no respetar los sábados, y de esto pasa a la negligencia de los modales y al abandono de sus deberes.