Cuando Botvínnik jugó contra Tal, no hubo color en el primer match y eso fue absolutamente normal. Lo anormal fue su posterior derrota.
No estoy en las cabezas de los jugadores, pero sé que si ganamos damos un paso de gigante en la Liga. Yo no soy psicólogo. Soy un tío que jugó al fútbol, y sólo tengo el título de entrenador y la selectividad. Mañana nos va la Liga, ganamos tres cuartos de Liga. Ésa es motivación suficiente.
Nosotros ya no volveremos a pintar el bosque o el caballo como nos gustan o nos parecen, sino como realmente son, como el bosque o el caballo sienten, su esencia absoluta que vive detrás de las apariencias que vemos. Yo intento sentir de modo panteísta el temblor y el bullir de la sangre en la naturaleza, en los árboles, en los animales, en el aire...
Ni una sola idea política, ni una sola, vale una gota de sangre humana, ni una.
¿Han amado alguna vez (fuera de la cama) ardiendo, consumidos, sedientos de desierto, después de un zumo de melocotón que viene de una boca lejana, sucumbiendo, ahogándose en la incompatibilidad de las almas?
A lo largo de las aceras brotaban flores verdes y azules, y la savia serpenteaba alrededor de sus frágiles tallos, haciendo un ligero mido húmedo como el beso de un caracol.
Ha penetrado el árbol en mis manos, la savia por mis brazos ha ascendido el árbol en mi pecho se hizo grande, hacia abajo, salen de mí las ramas como brazos. Árbol eres, musgo eres, eres violeta que acaricia el viento... Mueren los árboles y el sueño permanece.
Si alguien concibe que una carnicería semejante puede servir de soporte a un arte, ya está preparado para admitir que la verdad puede ser extraída mediante la tortura en el sótano de una comisaría; si se admite que la belleza puede surgir de la sangre derramada, aunque ésta se inflija a un animal, es que uno ya tiene justificado en el corazón todo tipo de violencia.
Mi padre una vez me dijo: Hay algunos a los que les toca dar la sangre a otros les toca dar la fuerza, así que mientras podamos nosotros demos la fuerza
¿Han amado alguna vez (fuera de la cama) ardiendo, consumidos, sedientos de desierto, después de un zumo de melocotón que viene de una boca lejana, sucumbiendo, ahogándose en la incompatibilidad de las almas?
Gracias, Pedro –le contesté–. No sé bien a qué llamas idealista y a qué 'poner los pies en el suelo'... Sin duda existe un conflicto entre tu pensamiento y el mío, entre las raíces de nuestros pensamientos... ¿Quién está más desbocado? ¿Quién tiene más el jugo del suelo? Quieres cambiar y uniformar a los otros. Necesitas más de mí que acaso percibo mejor cada detalle del mundo...
Los reyes usan a los hombres como si fuesen naranjas, primero exprimen el jugo y luego tiran la cáscara.
¿Han amado alguna vez (fuera de la cama) ardiendo, consumidos, sedientos de desierto, después de un zumo de melocotón que viene de una boca lejana, sucumbiendo, ahogándose en la incompatibilidad de las almas?
¿Han amado alguna vez (fuera de la cama) ardiendo, consumidos, sedientos de desierto, después de un zumo de melocotón que viene de una boca lejana, sucumbiendo, ahogándose en la incompatibilidad de las almas?