Algunos de los momentos más emocionantes de mi vida los he vivido con el fútbol. Tiene un elemento de representación que le emparenta con el teatro y el cine; y la solidaridad y el empeño común que tiene el juego es un trasunto beneficioso y pacífico de las batallas. Si no existiera el fútbol probablemente habría más peleas.
La voluntad del individuo es principalmente potencial, una fuerza latente, y su paso a la manifestación de la energía, (...) requiere como razón suficiente un motivo, que siempre posee la forma de una representación mental.
Debajo del significante hay nada. (Téngase en cuenta que Lacan de este modo replantea, con ecos de existencialismo, el signo lingüístico estructuralista de Ferdinand de Saussure — en donde a cada significante corresponde abajo un significado —, esta frase es capital para entender a la mayor parte de la obra lacaniana).
El trozo de mujer con crema suelta al oído palabras largas como una mano en mugrientas greñas. Y tú en las sombras estás solo, sobre la sábana denudo, como un signo zodiacal.
El dinero no es sino la figura de la aceptación social, y por eso lo buscamos todos.
En Honduras, se ha tomado acertadamente a Lempira, un lenca, como símbolo de la nacionalidad. Por falta de investigación histórica y de divulgación de lo que ya se ha investigado, su figura aparece abstracta y etérea, a veces revestida de falsos ropajes en ciertas ocasiones
Todo son adivinanza y la clave de una adivinanza es otra adivinanza.
No puedo pronosticar cuál será la reacción de la URSS. Es una adivinanza envuelta en un misterio dentro de un enigma
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz
Quisiera preguntárselo todo, pero no puedo, no sé cómo hacerlo, qué es ese misterio de lo que quiero de ti, qué es el hombre o la mujer, el amor, qué quiero decir con amor; por qué debo insistir y preguntar, y por qué me voy y te dejo
A mí no me gusta la literatura solemne, detesto la solemnidad y la pomposidad en el arte. A mí me gusta que lo que escribo tenga muchas luces y mucha chispa, que sea festivo. El arte es, ante todo, un enigma, pero no un enigma doloroso necesariamente, puede ser un enigma absolutamente gozoso.
Es dudoso que el género humano logre crear un enigma que el mismo ingenio humano no resuelva.
El pasado es una colección interminable de horrores que sólo merece el más completo de los olvidos; el futuro, una incógnita poco confiable que es preciso asegurar; el presente, el campo de batalla donde hay que garantizarse la vejez.
He aquí la gran incógnita que no he podido resolver, a pesar de mis treinta años de investigación sobre el alma femenina: ¿Qué es lo que quiere la mujer?