Ninguna cosa siente más el presuntuoso que ser notado de poco avisado.
Mi éxito es amable, discreto, ni presuntuoso ni avasallador
El hombre selecto no es el petulante que se cree superior a los demás, sino el que se exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores.
Siempre he creído que el artista trabaja en un ambiente de angustia y desvelo, pero no pierde su sonrisa y simpatía, porque al fin y al cabo es el dueño de un tiempo que no se mide con el reloj.
La gente siempre está interesada en los puentes, yo siempre he creído que es más interesante lo que está debajo de los puentes.
El hombre débil teme la muerte; el desgraciado la llama; el valentón la provoca y el hombre sensato la espera.
Tengo fama de muy serio, o incluso de arrogante o de altivo, y de todas estas cosas que estoy harto de oír. Creo sin embargo que en mis novelas hay mucho humor, pequeñas bromas y hay alguna escena que aspira a ser cómica o en todo caso es un poco disparatada. El humor es una de las pocas cosas que nos salva.
En la malicia el arrogante coincide con el débil.
Un pueblo tiene que ser pobre para poder ser orgulloso
Yo no escribo para el orgulloso aparte de la luna que está bramando en estas páginas de rocío marino ni para los muertos imponentes con sus ruiseñores y salmos sino para los amantes, cuyos brazos rodean las penas de todos los tiempos, quienes no me pagan con alabanzas ni monedas ni prestan atención a mi oficio o arte.
Lo más preciado que conservo a lo largo de todos estos años es la experiencia de saberme querido y vigente. La única causa para que esto suceda es que Dios está ahí conmigo todo el tiempo, ayudándome, avivándome, manteniéndome con la llama encendida para que siga haciendo todo con vitalidad y con mucha alegría.
El hombre es el capital más preciado
Por estúpido que sea lo que dice el necio, en ocasiones es más que suficiente para confundir al hombre inteligente.
Solo aquél que esté convencido de que no se desintegrará aunque el mundo, desde su punto de vista, sea demasiado estúpido o demasiado mezquino para merecer lo que él pretende ofrecerle, sólo aquel que sea capaz de decir ¡A pesar de todo!; tiene vocación política.
Y para mí, la fama no es algo positivo. La idea de ser famoso es mucho mejor que la realidad. Es fantástico cuando vas a los estrenos y las personas te animan, pero no es real. Y no es totalmente mi enfoque colocar mi nombre en la puerta de un club sólo porque puedo.
<<Era fantástico y también muy duro.>>
Odio la publicidad, sinceramente. He pasado por la piedra de molino de las entrevistas y las considero una pérdida de tiempo. El tipo que encuentro en esas entrevistas haciéndose pasar por mí suele ser un engreído al que no me gustaría conocer.