No es nada infrecuente que el interés por la verdad nos reduzca al silencio.
La verdad es algo tan infrecuente que es preciso decirla.
México es la ciudad en donde lo insólito sería que un acto, el que fuera, fracasase por inasistencia. Público es lo que abunda, y en la capital, a falta de cielos límpidos, se tienen, y a raudales, habitantes, espectadores, automovilistas, peatones.
Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro.
Todos los exploradores están buscando algo que han perdido. Rara vez es que lo encuentra, y más raro todavía que el logro les trae más felicidad que la búsqueda.
Contar con artículos en la prensa, condición indispensable para vender los libros, pues es muy raro que un libro se compre por su valor intrínseco y casi siempre se publica por razones ajenas a su mérito.
Esas nueve décimas partes del cerebro sí que son utilizadas. Y una de sus funciones es hacer que lo milagroso parezca corriente y convertir lo desusado en usual.
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna
Si no hubiera uniformidad en las acciones humanas, y si toda la experiencia que pudiéramos tener de ellas fuera irregular y anómala, seria imposible acumular observaciones generales acerca de la humanidad; y ninguna experiencia, por mucho que fuera la precisión con la que hubiera asimilado la capacidad reflexiva, tendría utilidad.
Ladrón, trabajaba para otros: ladrones más adinerados, patrones que proveían el exótico software requerido para atravesar los muros brillantes de los sistemas empresariales, abriendo ventanas hacia los ricos campos de la información.
Frívola con arte y graciosa cual una muñeca, sin sensibilidad, su existencia entera la consagraba a mantener el prestigio de estar de moda, deslumbrando por el gusto artístico y exótico de sus vestidos.
El Perú, como el Aleph de Borges, es en pequeño formato el mundo entero. ¡Qué extraordinario privilegio el de un país que no tiene identidad porque las tiene todas!
Tampoco debemos olvidar otra posibilidad: podría ser que la esfera encerrara algún extraordinario beneficio para nosotros. Algún maravilloso conocimiento nuevo, alguna idea nueva, una tecnología superior, algo que nos deje atónitos y que mejore las condiciones de vida de la especie humana, algo que supere nuestros sueños más fantásticos.
Para tener una idea más precisa de este excepcional carácter no hay que olvidar que Elzeald trabajó en una soledad total, tan total que hacía el final de su vida perdió el hábito de hablar, quizá porque no vio la necesidad de éste
Su talento natural le da una gran ventaja, pero, además, es un gran competidor. Es tremendamente difícil de superar, incluso cuando no dispone del mejor coche. Tiene atributos que cualquier piloto que quiera ser campeón del mundo debe tener. Está haciendo un trabajo excepcional desde el inicio del Mundial
Durante el día, cada vez que entablas una conversación con alguien, inmediatamente tu cerebro produce, de forma automática y natural, una cantidad tan sorprendente de imágenes y datos que ni te das cuentas. Ningún ordenador (computadora) es capaz de realizar este proceso. El ordenador más potente del mercado ya lo posees. ¡Está en tu cabeza!
Todo esto es una locura posible, y siempre se vive en una atmósfera de sueño y como de sonambulismo cuando se está en camino de realizar las cosas. Sin embargo, se va hacia ellas con una lentitud tan rápida que todo es sorprendente cuando se ha conseguido.