Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él
Sin abandonar una postura lítica, en estos textos he querido anunciar que a pesar del desencanto en que nos ha sumergido la dirigencia, ciertos grupos de individuos seguimos apostando al recambio humano, seguimos enfrentando al monstruo depredador, creyendo en la belleza, el amor y la libertad como arquetipos posibles.
Una mente que se ha embebido alguna vez del gusto por la investigación científica, y ha aprendido el hábito de aplicar fácilmente sus principios a las cosas que ocurren, tiene dentro de sí mismo una fuente inagotable de contemplación pura y emocionante
Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él
Sin abandonar una postura lítica, en estos textos he querido anunciar que a pesar del desencanto en que nos ha sumergido la dirigencia, ciertos grupos de individuos seguimos apostando al recambio humano, seguimos enfrentando al monstruo depredador, creyendo en la belleza, el amor y la libertad como arquetipos posibles.
En la tierra jamás la poesía cesa: cuando, en la solitaria tarde invernal, el hielo ha labrado el silencio, en el hogar ya vibra el cántico del grillo, que aumenta sus ardores, y parece, al sumido en somnolencia dulce, la voz de la cigarra, entre colinas verdes
Para Francis fue como si el tiempo hubiera perdido el control y el transcurrir ordenado de las horas nocturnas se hubiera sumido en el caos.
Cerró los ojos, ensimismado en su agónica confesión. Yo le escuchaba con más deseo de lo racional. El sentido común me decía que debería estar aterrada. En lugar de eso, me sentía aliviada al comprenderlo todo por fin.
Los días, que en un matrimonio por conveniencia sólo traen consigo espinas, hubieran dejado que se abrieran rosas de primavera. Cómo hubiese recogido esos días que ahora aborrezco.
Al final de mi vida, espero que el material histórico (...) que he recogido entre en las conciencias y la memoria de mis compatriotas.
Pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante un altar, como yo te he querido... desengáñate, ¡así no te querrán!
Y yo respiro, y ando, y caigo, y giro y vuelvo a ver los árboles sedientos y los pájaros disparados en la embriaguez de la música del viento y estoy inmóvil y absorto y maravillado de un día más en el pecho ardiendo.
Guatemala tiene un río pensativo y otro que se tiñó de sangre... Tiene un volcán de agua, otro de fuego y una montaña de huesos y cadáveres.
Esto es lo que ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad. Una y otra vez, la riqueza y el poder se han concentrado en manos de unos pocos que consolidan y perpetúan su control a expensas de la mayoría.
Hoy la mayoría de los economistas se concentran en la manipulación de dinero. Hoy el capitalismo, más que hacer colonización de nuevos países, explotaciones o grandes fábricas, está más concentrado en la manipulación de dinero. Y la prueba es que, de las transacciones monetarias que se hacen en el mundo, se dedican muchas más a operaciones especulativas que a comprar y vender mercancías.
Sentía que se había producido en mi un gran cambio: mi emoción era mucho menos triste que el abatimiento en que estaba sumido hacía mucho tiempo. La tristeza de la separación se mezclaba con vagas pero dulces esperanzas, con la espera impaciente del peligro y con el sentimiento de una noble ambición. La noche se me hizo corta.
También tú, allá abajo, te esfuerzas en vano de alto en alto, pues quien se ha sumido en la poesía ya nunca se saldrá.
La individualidad es un carácter impregnado de las cosas, pero también puede decirse que no hay nada individual que no tenga carácter reconocible mediante el pensamiento universal.
Yo siempre he sido de la opinión de que lo que uno no se merece es lo mejor y lo más valioso de todo. Lo que uno se merece está demasiado impregnado de uno mismo y no sirve para nada