Soy un perro atónito dispuesto a morder a cualquier facha hijoputa que nos quiera joder
Mi corazón latía atónito y disperso...¡El limonar florido, el cipresal del huerto, el prado verde, el sol, el agua, el iris! ¡el agua en tus cabellos!... Y todo en la memoria se perdía como una pompa de jabón al viento
Y yo respiro, y ando, y caigo, y giro y vuelvo a ver los árboles sedientos y los pájaros disparados en la embriaguez de la música del viento y estoy inmóvil y absorto y maravillado de un día más en el pecho ardiendo.
¿Qué es entonces un crítico y que aspecto manifiesta? ¡Ay amigos, la respuesta boquiabierto me dejó! Porque, lo crean o no, los críticos son solo eso: personas de carne y hueso como usted y como yo.
Una mente que se ha embebido alguna vez del gusto por la investigación científica, y ha aprendido el hábito de aplicar fácilmente sus principios a las cosas que ocurren, tiene dentro de sí mismo una fuente inagotable de contemplación pura y emocionante
Uno no puede hablar acerca del misterio, uno debe ser cautivado por él.
Estoy absolutamente cautivado por el ambiente de un naufragio. Un buque muerto es el hogar de una gran cantidad de vida: peces y plantas. La mezcla de la vida y la muerte es un misterio, incluso religioso. Existe la misma sensación de paz y el mismo estado de ánimo que el que sentimos al entrar en una catedral.
Cerró los ojos, ensimismado en su agónica confesión. Yo le escuchaba con más deseo de lo racional. El sentido común me decía que debería estar aterrada. En lugar de eso, me sentía aliviada al comprenderlo todo por fin.
Guatemala tiene un río pensativo y otro que se tiñó de sangre... Tiene un volcán de agua, otro de fuego y una montaña de huesos y cadáveres.
La solución al poder concentrado es otorgarle menos poder al gobierno, no más.
El poder concentrado ha sido siempre el enemigo de la libertad.
Si un contemplativo se echa al agua, no probará a nadar, tratará primero de comprender el agua. Y se ahogará.
Una mente que se ha embebido alguna vez del gusto por la investigación científica, y ha aprendido el hábito de aplicar fácilmente sus principios a las cosas que ocurren, tiene dentro de sí mismo una fuente inagotable de contemplación pura y emocionante
En la tierra jamás la poesía cesa: cuando, en la solitaria tarde invernal, el hielo ha labrado el silencio, en el hogar ya vibra el cántico del grillo, que aumenta sus ardores, y parece, al sumido en somnolencia dulce, la voz de la cigarra, entre colinas verdes
Yo creo que la civilización es una buena cosa; pienso que hay que estar muy, muy sumido en la civilización para poder rechazarla y mitificar el mundo primitivo como lo hizo Paul Gauguin. Hay que estar realmente preparado para despreciar la civilización, y decir cosas como, por ejemplo, La corbata, qué tontería, qué intolerable signo de opresión!
La esencia del cristianismo y el budismo es la misma: la práctica del amor, para lo cual es necesario poner énfasis en el perdón y compartir el sufrimiento ajeno
No hay que comprender a Dios ni considerarlo como algo ajeno a mí...Alguna gente simple se imagina que deberían ver a Dios como si estuviera allí y ellos aquí. Pero esto no es así. Dios y yo somos uno.
La verdadera educación no sólo consiste en enseñar a pensar sino también en aprender a pensar sobre lo que se piensa y este momento reflexivo -el que con mayor nitidez marca nuestro salto evolutivo respecto a otras especies- exige constatar nuestra pertenencia a una comunidad de criaturas pensantes.
En el amor sobreviene un momento en que llega a su apogeo; en ese momento no tiene nada de reflexivo ni de sensual: es sólo pureza moral
Ver, percibir, es más que reconocer. No se identifica algo presente en términos de un pasado desconectado de este. El pasado es traído al presente de manera que ensancha y ahonda su contenido.