Algo muy importante para el principiante es comprender que si los resultados van a ser tratados estadísticamente, es necesario tener en cuenta la estadística al planear el experimento.
Una búsqueda comienza siempre con la suerte del principiante y termina siempre con la prueba del conquistador
El hombre llega novato a cada edad de la vida; cada edad tiene su aprendizaje
¡Qué novato es quien se figura que mostrar espíritu e inteligencia es un medio de hacerse querer en sociedad! Antes bien, tales cualidades excitan en la preponderante mayoría de la gente un odio y un rencor que resultan tanto más amargos cuanto que quien los siente no está autorizado a denunciar la causa que los origina e incluso la disimula ante sí mismo
El amor infantil sigue el principio: Amo porque me aman. El amor maduro obedece al principio: Me aman porque amo. El amor inmaduro dice: Te amo porque te necesito. El amor maduro dice: Te necesito porque te amo.
Cuando uno se convence de que, al enamorarse, resulta tremendamente vulnerable, la idea de haber vivido hasta entonces desconocedor de esta verdad le hace estremecerse. Por esta razón, el amor vuelve virtuosas a ciertas personas
El fanatismo es a la superstición lo que el delirio es a la fiebre, lo que la rabia es a la cólera. El que tiene éxtasis, visiones, el que toma los sueños por realidades y sus imaginaciones por profecías es un fanático novicio de grandes esperanzas; podrá pronto llegar a matar por el amor de dios.
El hombre llega como un novicio a cada edad de su vida.
Ya se ha echado encima el calor y con él comienza de nuevo a florecer la cultura del desolladero, la sangre, los cuernos, los puyazos, las cuchilladas, los vómitos, los aplausos. En el palacio de falso mudéjar de Las Ventas empiezan las corridas de San Isidro.
No intentes cambiar un sistema, construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva obsoleto
La mujer es, reconozcámoslo, un animal inepto y estúpido aunque agradable y gracioso.
La ciencia es incapaz de resolver los últimos misterios de la naturaleza, porque en el último análisis nosotros mismos somos parte de la naturaleza, es decir, del misterio que tratamos de resolver
Lo que es ciego no es el amor, sino el poder, pues éste se revela absolutamente incapaz a la hora de comprender que su existencia depende de algo distinto a sí mismo.