No pongáis vuestro afecto en la soberanía mortal y no os regocijéis con ella. Sois como el pájaro incauto que con plena confianza canta sobre la rama, hasta que de repente, la muerte cazadora lo derriba al polvo, y la melodía, la forma y el color desaparecen sin dejar rastro. Por tanto, tened cuidado, ¡Oh esclavos del deseo!
Si a los cultos estuviera confiado dar el aliento a los idiomas, todavía estaríamos hablando en latín
Atrás quedarán quienes en su accionar público han mostrado ser ineficientes e incapaces de atender las responsabilidades que les hemos confiado los dominicanos; los que sólo pueden venderse en los medios como un producto pues no pueden mostrar logros de gestión que hayan mejorado la vida de los y las ciudadanas en su paso como ex-legisladores, ex-ministros, o ex-presidentes.
Sólo un hombre inexperto puede hacer una declaración formal; una mujer se persuade de que es amada más por lo que adivina que por lo que se le dice.
¿Qué haría el Senado de mí, de un legislador inexperto que carece de la facultad de engañarse a sí mismo, este requisito esencial en quien quiere guiar a los demás?
Su compañía me hacía feliz por muchas razones. A la luz de día no había perdido su encanto. Era, sin duda, la más hermosa criatura que jamás había visto, y el desagradable recuerdo que conservaba de su aparición en el curso de mi sueño infantil se había trocado en una placentera sensación.
Los héroes de la literatura infantil de nuestro tiempo son por esa razón mayormente inconsecuentes: publicitados y explicados como objetos de consumo.
Como es posible que la gente se queda tranquila con un Presidente que tiene un director del DAS que mandaba a mandar a matar gente, que se reunia con tipos para asesinar gente, que tenía las listas de cuales tenía que matar, y uno no puede decir que una persona de esas hizo lo que hizo y uno es un bobo que no sabe. ENTONCES SI EL PRESIDENTE NO SABÍA POR bobo ENTONCES QUE SE VAYA POR bobo.
No sé si esto es ser o no un patriota de hojalata, pero es evidente que para España es mucho más peligroso un bobo solemne que un patriota de hojalata.
El sentimentalismo de los ingleses es humorístico y tierno, el de los franceses, popular y llorón, el de los alemanes, ingenuo y realista.
Estoy convencido de que cuando un científico examina problemas no científicos puede ser tan listo o tan tonto como cualquier prójimo, y de que cuando habla de un asunto no científico, puede sonar igual de ingenuo que cualquier persona no impuesta en la materia.