El hambre es la compañera inseparable del perezoso.
La envidia es inseparable de la felicidad
¡Hay suficiente chocolate para llenar cada bañera del país entero y todas las piscinas también!
Ya sabía lo que todos los exiliados antes y después de Dante han de aprender, quiéranlo o no: que en el mundo entero no hay más que unas pocas calles donde le dejen a uno vivir a gusto, y que si confesamos a un desconocido: Me he decidido a explorar, conquistar y colonizar mi propia alma, bostezará y nos dirá: ¿Ah, sí? Pero ¿Por qué tiene usted que hacerlo precisamente aquí? .
El espíritu es un ser simple, indiviso y activo: en cuanto percibe las ideas se llama entendimiento; y en cuanto las produce y opera sobre ellas, se llama voluntad.