Vistas las cosas en la cámara oscura del recuerdo, toman un relieve singular.
A continuación se desató una más que previsible guerra de fotografías. Observé cómo la cámara iba de un lado para otro. Al pasarla, reían, tonteaban y se quejaban de lo mal que habían salido. Parecía extrañamente infantil, o tal vez fuera que ese día no estaba en un estado de ánimo apropiado para el trato humano.
Sólo dejaba que los tiros volaran. Ya sabes, sin dejar ninguna bala en la recámara
¿Es posible que a pesar de las invenciones y progresos, a pesar de la cultura, la religión y el conocimiento del universo, se haya permanecido en la superficie que, después de todo, aún habrá sido algo; que se le haya recubierto de un tejido increíblemente aburrido, que le hace parecerse a muebles de salón en vacaciones de verano?
El caballo pasea con arrogancia dentro de la pista, como una hermosa en el salón del baile. Sabe que es bello y sabe que le miran. Y el caballo puede matar a su jinete en el steeplechase, como la dama, por casta y angelical que os parezca, puede también poner en vuestra mano el vibrante florete del duelista o el revólver del suicida. Todo amor da la muerte.
El comercio une al mundo en una común hermandad de dependencia mutua y de intereses recíprocos.
Todo es don de Dios. Y sólo reconociendo esta dependencia vital del Creador, encontraremos libertad y paz.
Mi química con la banda nos ayudó a ponerla de nuevo en la parte alta y me dio una credibilidad musical que nunca había tenido antes, pero no pude conseguir el reconocimiento que necesitaba. Me sentía como si estuviera encerrado en un cubículo pequeño, como si estuviese en una casa ajena
Uno de los principales objetos de la investigación en mi departamento de conocimiento es encontrar el punto de vista desde el cual el sujeto aparece en su mayor simplicidad
Leer es amoblar tu propio departamento interior.
El hombre sólo es rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar confía;y con la doble llave que guarda su mansión para la ajena hace ganzúa de ladrón.
Como primer plato se sirvió un pescado extraído de un arroyuelo que corría sobre arena dorada, al pie de una colina bastante alta. El pescado era asado a medida que lo iban capturando y se sazonaba luego con finas hierbas del monte Sina; ya que en la mansión del Emir todo era tan piadoso como excelente.