La filosofía es el cultivo de las facultades mentales. Desarraiga nuestros vicios y prepara el espíritu para recibir la semilla adecuada.
Y nada está seguro de sí mismo, ni en la semilla en germen, ni en la aurora la alondra, ni en la roca el diamante, ni en la compacta oscuridad la estrella, ¡cuando hay hombres que amasan el pan de su victoria con el polvo sangriento de otros hombres!
En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.
¿De qué sirve, joven, contar, si no es para borrar de la memoria todo lo que no sea el origen y el fin? Nada entre el origen y el fin, nada, una planicie, árida, la salina, entre él y yo, nada, la vastedad más inhóspita, entre el suicida y el sobreviviente.
Feliz el hombre que puede reírse de sí mismo. Nunca le faltará motivo de diversión
Hay dos motivaciones para desarrollar un programa libre. Una es que no haya ningún programa que haga el trabajo. Desafortunadamente, aceptar el uso de un programa no-libre elimina esa motivación. La otra es el deseo de ser libre, que motiva a la gente a escribir reemplazos libres para los programas no-libres. En estos casos, ese motivo es el único que puede hacer el trabajo.
El problema de los virus es pasajero y durará un par de años
Lo extraordinario del virus del tifus, como del resto de los virus, es su increíble insignificancia; los ojos no pueden verlo, pero él puede detener el curso de la vida, decidir el destino del hombre, y hacer pedazos, si lo desea, una familia.