Nada hay que mate tanto las ambiciones de una persona como las críticas de sus superiores. Yo jamás critico a nadie. Creo que se debe dar a una persona un incentivo para que trabaje. Por eso siempre estoy deseoso de ensalzar, pero soy remiso para encontrar defectos. Si algo me gusta, soy caluroso en mi aprobación y generoso en mis elogios.
Al decir que la patria es una sinfonía o sistema de hazañas y valores culturales queda rechazada la pretensión que desearía fundar las naciones exclusivamente en la voluntad de los habitantes de una región cualquiera, ya constituidos en Estado independiente o deseoso de hacerlo.
Y para acá o allá y desde aquí otra vez y vuelta a ir de vuelta y sin aliento y del principio o término del precipicio íntimo hasta el extremo o medio o resurrecto resto de éste o aquello o de lo opuesto y rueda que te roe hasta el encuentro y aquí tampoco está y desde arriba abajo y desde abajo arriba ávido asqueado por vivir entre huesos o del perpetuo estéril desencuentro a lo demás de más.
Todo es sorpresa. El mundo destellando siente que un mar de pronto está desnudo, trémulo, que es ese pecho enfebrecido y ávido que sólo pide el brillo de luz