Hoy en día es muy peligroso para un marido galantear a su mujer en público. Hace pensar siempre a la gente que le pega cuando están a solas.
La gente cree que los cincuentones hacemos cosas súbitas y sorpresivas para ahuyentar al fantasma de la vejez: comprar motocicletas para devorar carreteras, divorciarse inopinadamente y cortejar jovencitas de 18 años, iniciarse en el camino de los placeres homosexuales, consumir alcaloides como músico de heavy metal, tirarse al abismo del trago consuetudinario.
Después de cortejar a todas las mujeres que se me cruzaron obtuve los siguientes resultados: el 30% ha decidido ignorarme, el resto, ha decidido imitarlas
La imprenta es un ejército de veintiséis soldados de plomo con el que se puede conquistar el mundo.
El hombre no permanecerá siempre en la Tierra, la búsqueda de la luz y el espacio lo llevará a penetrar los límites de la atmósfera, tímidamente al principio, pero al final para conquistar la totalidad del espacio solar
¿Y desconfiar de los sentidos, negar la existencia real de las cosas sensibles, o pretender que no se sabe nada acerca de ellas? ¿No es eso suficiente para llamar escéptico a un hombre?
El corazón de cada uno es un mundo aparte, y pretender definir el amor, esto es, todos los amores, supone para todo aquel que ha vivido, una pretensión insostenible.
Un caso propicio se encuentra tan raramente, que una vez hallado es necesario asegurarlo con todas las fuerzas, no reside el arte en seducir a una muchacha, sino en encontrar una digna de ser seducida.
Lo mejor del ser humano sale cuando el éxito nos abandona. Por eso, este tipo de actividades me asusta, me asusta dejarme seducir por la admiración, porque sé de antemano que es inmerecido.
Hay tres fuerzas, tres únicas fuerzas en la tierra capaces de vencer y cautivar para siempre la consciencia de estos débiles rebeldes, para su felicidad. Son: el milagro, el misterio y la autoridad.
La vanidad nos persigue hasta en el lecho de la muerte. La soportamos con entereza porque deseamos superar su terrible grandeza y cautivar la admiración de los espectadores
Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o parece ser perfección.
Cuando el ánimo está en suspenso, un ligero impulso lo hace inclinarse acá o allá.
Las cumbres de las montañas, tocadas de un tinte púrpura, se elevaban hacia el cielo creciendo desde su base, donde estaba el valle abierto, marcado sin las líneas formales del arte y las altas ramas de los cipreses y los pinos, a veces asomando por una mansión en ruinas, cuyas columnas rotas surgían entre las ramas de un pino que parecía inclinarse sobre su caída.
Es curioso que uno no puede estar sin encariñarse con algo...Es...Como si la mente segregara sentimiento, sin parar...- ¿Vos creés? -Lo mismo que el estómago segrega jugo para digerir. - ¿Te parece? -Sí, como una canilla mal cerrada. Y esas gotas van cayendo sobre cualquier cosa, no se las puede atajar.
¡Cielos! me decía, ¿Es posible que esos dos seres tan amables y amantes no sean más que dos duendes, acostumbrados a encarnarse en toda suerte de formas para burlar a los mortales? ¿Es posible que no sean más que dos brujas o, cosa más execrable aún, dos vampiros a quienes les está permitido animar los cuerpos odiosos de los ahorcados del valle?
Que aunque dejas burlado el lazo estrecho que tu forma fantástica ceñía, poco importa burlar brazos y pecho si te labra prisión mi fantasía.
Alégrate. En esa profesión del deseo nadie como tú para simular inocencia y para hechizar con tus ojos inmensos.
La única garantía que tenemos para conservar a los seres que amamos, es nunca dejarlos de hechizar con esas pequeñas atenciones que cautivan el corazón. Atreverse a ser libre es atreverse a dar libertad.
Aprendí mucho a escuchar lo que el estadio dice. ‘A lo loco se vive mejor’, nace de una parte de la hinchada que privilegia las emociones, y creo que al estadio le molestó ese apoyo, porque lo consideró inmerecido. A veces se silba un cambio, a veces silba a alguien que a criterio de la mayoría ha dejado de merecer ese apoyo. Si ilusionar merece ese reconocimiento, desilusionar merece reprobación. Esto que estoy produciendo desilusiona, y tengo que aceptar la reprobación.
La televisión, por contra, presenta a sus espectadores una representación de la realidad mucho más formada, sin requerir la colaboración creativa que las palabras siempre han exigido.
Desde entonces Dios ha establecido tal diferencia natural entre el hombre y la mujer, y puesto que vuestra majestad sobresale tanto en sabiduría mientras que yo soy tan inferior en todo sentido a vos, ¿cómo va vuestra majestad a requerir mi opinión en cuestiones religiosas tan complejas?'.
Absolutamente. Me sentaba en la esquina de la clase y veía como las personas interactúaban entre sí. Yo veia a los chicos flirtear con las chicas cool y veía charlas entre mejores amigos, y me iba a casa y escribía sobre ello. Si escuchas mis discos, es como si leyeras mi diario.
Tienes que pensarlo detenidamente, no sólo hacer lo que se cruza en el momento, asi para cuando suceda no habrá arrepentimiento. Creo que las chicas se pueden enganchar demasiado con sus novios y tienen que recordar de ponerse siempre primero ellas