Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego. Otros que en el hielo. Por lo que yo he probado del deseo, estoy a favor de los que apuestan por el fuego. Pero si por dos veces el mundo pereciera, creo que en cuanto a destrucción, el hielo también es grande y suficiente.
La invasión cultural, indiscutiblemente enajenante, realizada discreta o abiertamente, es siempre una violencia en cuanto violenta al ser de la cultura invadida, que o se ve amenazada o definitivamente pierde su originalidad.