Vivir es no estar seguro, no saber nada acerca del próximo momento. En el momento en que sabes comienzas a morir un poco. El artista nunca sabe por completo; adivina. Tal vez nos equivocamos, pero damos salto tras salto en la oscuridad.
Los ateos se ríen de ese ser superior al que se rinde culto bajo el nombre de ser supremo y reducen a polvo, una tras otra, todas las pruebas de su existencia, sin notar que ellos mismos obedecen así a su necesidad de un ser superior y que no destruyen al antiguo sino para dejar lugar a otro nuevo.
Cuando era pequeña me decían: El trabajo lleva en sí mismo su recompensa. Y yo esperaba, tras el esfuerzo, una recompensa misteriosa, abrumadora, una especie de gracia. Todavía la espero.
Toda experiencia directa es cualitativa, y las cualidades son lo que hacen directamente valiosa a la experiencia de la vida misma. Sin embargo la reflexión va tras de las cualidades inmediatas porque se interesa con las relaciones y desdeña el aparato cualitativo.